lunes, 6 de abril de 2015

Las apps de William Castle (II)

Hoy les ofrecemos un triple feature. Tres títulos que se sitúan como los más conocidos del productor y director William Castle, ya instalado en Hollywood tras su "periodo de aprendizaje". Por un lado, contienen sus apps más estrambóticas. Por otro, dos fueron remakeadas. Un inciso: el dvd de la secuela del remake, Return to House on Haunted Hill (sí, para informarles del dvd de la secuela del remake existe este blog) ofrece la posibilidad de elegir siete líneas alternativas de la historia para crear hasta noventa montajes distintos de la película al estilo "Elige tu propia aventura (o pesadilla)", gimmick del que Castle se hubiera sentido orgulloso.

Navigational Cinema technology, anodino nombre

El tercer film en discordia, segundo en cronología, es irrepetible y no remakeable, el Ciudadano Kane de Castle... Pero no adelantemos acontecimientos, comencemos por el principio, aquel día en el que un millonario invitó a un grupo de desconocidos a pasar una noche en su mansión de la colina. Los que sobrevivieran recibirían 10 000 dólares.


Para House on Haunted Hill, Castle inventó el Emergo. ¿Y qué era el Emergo? Pongámonos en situación: corre el año 1959, una noche de tormenta la jefa de las animadoras de tu High School (puestos a imaginar) ha accedido a ver contigo una película de terror. En la pantalla la siguiente secuencia:

 
Entonces entraba en acción el Emergo, un artilugio (un sistema de poleas en realidad pero mantengamos la magia) que conseguía que un esqueleto de plástico cruzara la sala por encima de las cabezas de los espectadores.

Otro éxito y la productora Columbia comenzó a financiar sus films. Ahora podría hacer una película en ¡veinte días!, mejora considerable con respecto a los diez o doce habituales. Y Castle no defraudó y dirigió The Tingler, "la mejor película de la historia", según John Waters. ¿Y por qué no? Una película que algunos espectadores podían sentir gracias al ¡PERCEPTO! Un dispositivo situado bajo algunas butacas a lo largo del país que, en un momento determinado, transmitía pequeñas vibraciones a los espectadores sentados sobre ellas. Resulta curioso comprobar cómo Castle integra la delirante idea en la narración con la introducción que se convertirá en marca de la casa:


"Soy William Castle, el director de la película que van a ver a continuación. Me siento en la obligación de advertirles que algunas de las sensaciones y algunas reacciones físicas que sentirán los actores de la pantalla también podrán experimentarlas por primera vez en la historia del cine ciertos miembros del público. Y digo ciertos miembros porque algunas personas son más sensibles a estos misteriosos impulsos eléctricos que otras. Estas desafortunadas y sensibles personas pueden llegar a percibir una extraña y escalofriante sensación. Otras la sentirán con menos fuerza. Pero no se alarmen, pueden protegerse. En el momento en que experimenten una sensación de angustia pueden aliviarse de inmediato… gritando. No se avergüencen de abrir la boca y sacar todo lo que lleven dentro porque la persona que está sentada a su lado probablemente también gritará y recuerde esto: su grito en el momento adecuado puede salvarle la vida."



Vincent Price interpreta a un patólogo que busca el origen del miedo, aquello que provoca el escalofrío en la columna vertebral. Así se titula la película en castellano, Escalofrío, pero se seguirá con el nombre en inglés The Tingler, en parte por esnobismo (regresaremos sobre el mismo en la parte 3), siempre queda más cool citar las películas en su lengua original; en parte porque suena a nombre de bicho. Porque ese escalofrío es algo sólido, físico y tenemos una foto del susodicho bicho:

¡El Tingler escapa!


La forma de evitar al tingler es gritando. Si alguien no puede, lo matará de miedo. Así, en un giro meta-cinematográfico (ya se advirtió en la anterior entrada que la expresión aparecería) de la película, el tingler se escapa dentro de una sala de cine. Se cuela en la cabina, ataca al proyeccionista, detiene la reproducción y se pasea por la pantalla. El clímax es de auténtico manicomio. La pantalla queda en negro y se escucha una locución: “Señoras y caballeros, por favor, que no cunda el pánico pero griten, griten para salvar sus vidas. El tingler está perdido en la sala y si no gritan, puede matarles."Y ahí el Percepto hacía de las suyas... haciendo vibrar alguna butaca. Parte del público chillaba mientras otros se burlaban y señalaban. La pantalla continuaba en negro:

Un ejemplo de la pantalla, aunque igual se había captado la idea

Y la locución seguía: "Griten, griten, sigan gritando, griten por su vida. Señoras y señores, el tingler ha quedado paralizado gracias a sus gritos. Ya no hay peligro. Ahora continuemos con la proyección de la película."

Otro éxito, el público repetía para intentar sentarse en la butaca trucada, los niños telefoneaban a los cines preguntando por el Percepto y crearon clubs de fans del director. Castle se convirtió en una figura popular, como Hitchcock, solía aparecer en los trailers, y sus advertencias antes de las películas lo colocaron delante de la cámara, él era su propia marca. En 13 fantasmas (1960), interrogaba a los espectadores acerca de su creencia en fantasmas:


La película se proyectaría en un sistema denominado Illusion-O. Con la entrada de cine entregaban esto:
Si querías ver los fantasmas, mirarías a través del rojo. Si por el contrario, estabas demasiado asustado, mirarías por el azul y los fantasmas desaparecerían. El gimmick funcionaba de la siguiente manera, el film se exhibía en blanco y negro, y las secuencias con fantasmas viraban al azul mientras que los seres sobrenaturales aparecían en rojo. Como algunas imágenes, solo algunas, valen más que mil palabras y yo ya llevo unas cuantas, aquí van dos de los trece fantasmas:


En realidad, los fantasmas eran visibles sin las gafas pero esto no tiene importancia...
 

Aquí finaliza nuestro programa triple de hoy. Castle no volvió a utilizar apps tan físicas en sus películas pero aún tenía ideas para jugar con el espectador. En la próxima entrega, "el descanso del miedoso", "el rincón del cobarde" y "la votación del castigo". También se tentará a la suerte con La semilla del diablo y se contará una historia personal que para eso existen los blogs, ¿no? ¿O son para informar sobre el dvd de la secuela del remake?